El comodo sustituto

Viviendo y Liderando Saludablemente
Blog sobre realidades y tendencias del liderazgo
Jueves 25 de Octubre, 2018

EL CÓMODO SUSTITUTO

Cuando comencé la Iglesia Cornerstone, me hacía la siguiente pregunta: ¿Qué clase de cosas necesito hacer para comenzar una iglesia? La respuesta fue obvia, una persona que dirigiera el canto, un sistema de sonido, un área de cuidado de niños, y poner junto un buen sermón. Había otras cosas que quería, pero esos eran los aspectos esenciales. Usted no tener una iglesia sin ellos. Todo evangélico sabe que usted necesita un edificio, un sermón, alabanza, y un programa para los niños. Otros elementos son negociables, pero esos son absolutos.

He aquí la pregunta del millón de dólares: ¿Es lo que concluí tras buscar en las Escrituras?
Por supuesto que no.

Sencillamente seguí lo que otras iglesias en América habían hecho. No lo pensé dos veces. Pero conforme miro hacia el pasado, me impresiona que no haya consultado las Escrituras como mi fuente primaria. Si lo hubiera hecho “la iglesia” probablemente habría lucido diferente.

Si hubiera consultado la Biblia primero, probablemente podría haber creado una congregación que enfatizara el amarnos los unos a los otros. En lugar de ello, gaste años manejando un servicio que dejaba poco espacio para el amor. Rápidamente se convirtió en el servicio más popular en el pueblo. “Era exitoso”

El problema es que definimos éxito como mucha gente viniendo, disfrutando el servicio, y recibiendo algún tipo de beneficio. Nuestros motivos parecían puros, y cosas buenas estaban pasando, así que no nos cuestionamos mucho.



REDEFINIENDO EL ÉXITO

¿Cómo podríamos definir el éxito si la Biblia fuera el único estándar por el cual pudieran juzgar nuestra iglesia? Si usted no tuvo entrenamiento teológico o experiencia previa de iglesia – si no usted hubiera hecho otra cosa excepto leer la Biblia cincuenta veces - ¿Qué consideraría esencial para una reunión de creyentes? ¿Cómo podría medir el éxito de una iglesia?

Este proceso de comenzar con las Escrituras solamente es lo que nosotros llamado exégesis. Una de las primeras lecciones que aprendí en el seminario fue la diferencia entre exégesis y eiségesis. Exégesis comienza con un pasaje de la escritura y extrayendo el significado directamente del texto. La exégesis busca ser objetiva. Usted procura estudiar sin nociones preconcebidas de lo que el pasaje enseña. Usted está rindiéndose a lo que el texto diga.

Eisegesis es lo opuesto. Se nos advirtió correctamente contra esto. Eisegesis es cuando usted intenta introducir un significado subjetivo al texto. En otras palabras, usted comienza con una idea, y entonces busca versos para apoyar su idea. Este es un enfoque muy peligroso porque sus deseos personales pueden determinar su interpretación. En su corazón, usted desea divorcio, inmoralidad, riqueza, etc., así que usted busca versos en la Biblia que sirvan para defender su punto de vista. En la eiségesis, usted rinde las Escrituras a sus deseos. En la exégesis, usted rinde sus deseos a las Escrituras.

Aun cuando se nos enseñó a estudiar y predicar exegéticamente, no recuerdo haber sido enseñado a vivir exegéticamente. Muchos enseñan exegéticamente, pero viven eisegeticamente. Llamamos a esto hipocresía. Cuándo se trata de la vida real, ¿Buscamos realmente las Escrituras primero? ¿Es la Biblia realmente la base de cómo vivimos? O más bien ¿buscamos un cierto estilo de vida y entonces usamos la Biblia para justificar nuestras acciones?

Con respecto a la Iglesia, puedo justificar muchos diferentes estilos de reunión. El punto, sin embargo, no es defender nuestros modelos actuales. En lugar de señalar los elementos bíblicos presentes en la manera en que hacemos las cosas deberíamos construir nuestro modelo con base en las Escrituras solamente.
Sin embargo, enfrentamos problemas edificando nuestras iglesias exegéticamente porque estamos rodeados de muchas influencias, y cada una de ellas nos ruega que pensemos subjetivamente. Mi pensamiento es constantemente afectado por mi cultura asiática, mi cultura estadounidense, mi cultura sudcaliforniana, mi cultura de iglesia evangélica, y muchos otros factores. Además tengo mi propia carne que me suplica que crea que lo que deseo es la verdad. Hay tanto en este mundo que evita que simplemente escuchemos la voz de Dios.

Cuando me empecé a dar cuenta de esto, ore para que Dios me permitiera ignorar el aguijón de mi cultura, mi estilo de vida, y mi carne conforme buscaba en la Escrituras un modelo exegético de iglesia. He confeccionado la siguiente lista con mis conclusiones.

Comprenda que no estoy diciendo que necesitamos “hacer” ciertas cosas para hacernos parte de la iglesia. Nos convertimos en miembros de Su iglesia en el momento en que Su Espíritu Santo entra a morar en nosotros. El es la prueba de nuestra salvación. Cuando el Espíritu de Dios entra en nosotros, El nos da el anhelo por las cosas que Él anhela. El nos da una pasión para edificar Su reino a través de la obediencia a Sus mandamientos.

Hay muchas cosas que podrían ser incluidas en la lista, pero la limitare a aquellas características que han sido más enfatizadas en las Escrituras. Menciono esto no porque encontré un verso para cada una de ellas, sino más bien porque estos son los aspectos que aparecen una y otra vez en las Escrituras. Estas prácticas fueron obvias en la vida de la primera iglesia y se les dio prioridad. Si siguiéramos un modelo exegético de iglesia, podríamos entonces:

1. Amarnos el uno al otro (lo cual motiva todos los pasajes de “uno al otro” en la Escritura) – Esto tiene que ver más con acciones que con sentimientos. Podríamos cuidar el uno del otro de tal manera que podamos ser movidos a orar intensamente y dar para satisfacer las necesidades de la gente que nos rodea. Un intenso compañerismo basado en el amor podría existir por tener en común nuestra profunda devoción por Jesús y sus enseñanzas. Este amor y compromiso del uno por el otro podría derramarse continuamente a círculos de personas cada vez más amplios.

2. Proclamar Su mensaje – Nuestras vidas podrían dedicarse a proclamar las increíbles noticias del evangelio al mundo. Podríamos anunciar la salvación que viene a través de la fe en Cristo. Podríamos enseñarle a la gente a “obedecer todo lo que Cristo ordena” – no solo asentir intelectualmente a algunas doctrinas centrales, sino más bien morir a si mismo y sumergirse en Jesús, Su enseñanza, y Su misión. Podríamos reunirnos con otros creyentes para recordarles este evangelio y animarlos a estar enfocados en la misión. Al proclamar el mensaje de Cristo, nos uniríamos a Jesús en Su misión de rescatar a los empobrecidos física y espiritualmente dirigiéndolos a Dios que todo lo llena.

3. Práctica la Comunión y el Bautismo – Esto fue importante para Jesús y los primeros creyentes. Necesitamos reunirnos devotamente con otros creyentes como nosotros para recordar a Jesús. Debemos asegurarnos de que Su muerte y resurrección siempre sea el centro de nuestras reuniones, nuestra motivación y prioridad. Conforme bautizamos nuevos creyentes, se nos recordara que ellos se están comprometiendo a nueva vida que comienza con la muerte de la vida anterior.

4. Orar – Nos reuniremos con otros creyentes para orar. Vendremos a Su presencia pidiéndole que extienda Su reino. Le pediremos que nos lidere conforme a Su voluntad. Oraremos fervientemente unos por otros.

MATANDO NUESTRAS VACAS SAGRADAS

Tras escudriñar las Escrituras, estoy convencido de que si reúno a un grupo de seguidores de Cristo para practicar los cuatros aspectos indicados entonces podré llamar correctamente a esa reunión Iglesia. Hay otras cosas que la iglesia puede hacer, pero estas cuatro son las que debe hacer. Hay otra forma de ver esto: Si no estoy viviendo estos aspectos con otros creyentes ¿Tengo derecho a decir que soy parte de la Iglesia de Dios? Bíblicamente, tendría que responder que no.

¿Estas practicas tienen lugar en nuestros “servicios”? Si no, entonces ¿No debería ser una prioridad crear reuniones donde estos elementos sean centrales? ¿No debería esto tener prioridad sobre mantener servicios? Creo que lo que hacemos en nuestros servicios es bueno, pero no es tan necesario, y no ha sido ordenado del todo bíblicamente. Por lo tanto ¿No deberíamos invertir nuestra energía en lo que ha sido ordenado? ¿Qué consideramos sagrado: nuestros “servicios” o las ordenanzas de Dios?

Aunque ocurran cosas buenas durante un servicio, ciertas cosas no tendrán lugar cuando doscientas o dos mil personas estén sentadas, mirando hacia adelante, y escuchando gente en la plataforma por una hora. Usted no puede amar verdaderamente a su prójimo en ese escenario, ni puede practicar el “uno al otro” de esa manera.

Como dije antes, es tiempo de dejar de defender los modelos con los que nos sentimos cómodos y comencemos a buscar hacer iglesia de tal manera que nos permita hacer y ser todo lo que Dios desea que Su iglesia haga y sea. Es tiempo para hagamos un cambio.

¿CÓMO CAMBIAMOS?

Algunos objetarán diciendo que esta es buena información para alguien que comienza una nueva iglesia, pero ¿Qué tal con aquellos que somos parte de una iglesia ya establecida? Como alguien que está exactamente en esa posición, no estoy seguro de la respuesta, pero voy a dedicar los siguientes años de mi vida a descubrirlo. Para los que comienzan, voy a explicar consistentemente a la gente que la iglesia no es algo a lo que ellos asisten y que ellos no pueden llamarse a sí mismo la Iglesia simplemente por asisten a un servicio semanal.

DISCURSO

Uno de los mayores cambios que necesitamos hacer en el mundo evangélico es en nuestro discurso. Tenemos gente afirmando que son seguidores de Cristo aun cuando no lo siguen a El. De la misma manera, tenemos gente declarando que son la iglesia aun cuando no practica los pasajes de “uno al otro” de las Escrituras. Si la gente va a comenzar a comprender para que Dios diseñó la iglesia, entonces necesitamos empezar a hablar correctamente sobre ello. 

No es “solo semántica”. Lo que decimos afecta como pensamiento y actuamos. Si la “iglesia” no es un edificio, entonces ¿Por qué lo llamamos así? Si nosotros realmente creemos que la “iglesia” se refiere a la gente que Dios ha redimido, entonces ¿Por que estamos usando la palabra para muchas otras cosas?

PRIORICE LAS REUNIONES BÍBLICAS

Tenemos que comenzar a reunir creyentes que estén enfocados en la misión. Esta acción debería resonar en aquellos llenos con el Espíritu Santo (Hebreos 10:24-25). Debe existir el deseo de reunirse juntos para practicar el “uno al otro” de la Escritura por el bien de la misión. En que caso continuemos nuestros servicios dominicales o no es casi irrelevante. Lo que es relevante es que nos reunamos en una forma bíblica y para los propósitos bíblicos.

Prácticamente, estoy jugando con la idea de comenzar una red de reuniones que se reúna en los hogares para practicar los mandamientos de la Escritura. Los participantes en estas reuniones podrán ver los sermones por medio de DVD o contar con un líder que de la lección. Ellos incluso podrán cantar juntos. Pero las reuniones no se quedarán allí. Podrán discutir como vivir el sermón en el vecindario. Oraran también unos por otros. Celebraran la cena del Señor y se recordaran mutuamente la misión. Podrán reunirse para satisfacer las necesidades de los miembros de su grupo o sus vecinos no salvos. En lugar de venir a la iglesia, ellos serán la iglesia – no un edificio sagrado, en sus vecindarios. Ocasionalmente, nos podremos reunir en un auditorio o estadio para celebrar y adorar colectivamente.

PUNTOS A FAVOR

Existen muchos beneficios para este tipo de red vecinal de iglesia:

1. Podemos ser obedientes a los mandamientos de “uno a l otro” mediante la interacción que tiene lugar en estas reuniones. Donde antes la gente era solo espectadora, ahora se convertirán en participantes - no en un servicio, pero las alegrías y necesidades de la gente que los rodea.

2. No hay límite para el crecimiento. El viejo sistema limitaba el evangelismo basado en el tamaño del edificio. Toda iglesia en crecimiento se quedará sin espacio si usa el modelo de “construye un edificio más grande”. Pero cuando todo hogar es un potencial lugar de reunión, el crecimiento podrá continuar hasta que se complete nuestra misión.

3. Los líderes dotados y aburridos ahora tienen una misión, un lugar para ser desafiados y ejercitar sus dones enseñando y liderando. Con un servicio de fin de semana, solo unos cuantos líderes carismáticos puede usar sus dones. Pero si la iglesia es más que un servicio, entonces toda persona puede usar los talentos dados por Dios para edificar el cuerpo de Cristo.

4. Existe una mayor rendición de cuentas conforme la gente aprende e interactúa en un pequeño grupo facilitado por un líder laico en su comunidad. La gente no es más anónima; ahora son miembros vitales de una comunidad.

5. Un importante monto de dinero es liberado para llenar las necesidades reales por el bien del evangelio. No puedo calcular cuanto dinero gastamos en edificios con sillas confortables y aire acondicionado al desarrollar y mantener un servicio de entretenimiento. Cuando nos enfocados en los aspectos bíblicos esenciales del ministerio, entonces el dinero de Dios es más directa y eficientemente usado para llenar las necesidades actuales de nuestros vecinos.

6. Evita que la gente idolatre sus hogares, muebles, alfombra, etc. Al permitir que otros se reúnan en sus hogares, les recuerdas que sus hogares pertenecen verdaderamente a Dios. Esto también nos ayuda a traer a Cristo a cada área de nuestras vidas en lugar de ver un edificio eclesiástico como el lugar donde el ministerio y el crecimiento tienen lugar.

PUNTOS EN CONTRA

También quiero ser honesto sobre algunos de los peligros que veo con la red vecinal de la iglesia:

1. Podría fácilmente crecer hacia dentro. Conforme nos sentimos más cómodos con nuestro propio grupo pequeño, podemos dejar de interesarnos en alcanzar la gente de nuestro vecindario. Aun cuando esto es también un problema en el modelo de iglesia actual implica un mayor peligro en el grupo pequeño.

2. Los grupos individualistas pueden apartarse de la verdad. Más líderes significa más potencial para situaciones que pueden irse en la dirección equivocada.

3. Al profundizar el involucramiento incrementamos el potencial para relaciones inapropiadas. Otra vez, este problema ha estado siempre presente en la iglesia, pero conforme fomentamos una interacción mas profunda, el pecado tiene una mayor oportunidad de pervertir lo que se intenta hacer para bien.

4. Puede ser visto como rebelde o un ataque a otras “iglesias” ya establecidas. Históricamente, ha sido la gente que dice “estoy cansado de la iglesia” la que comienza a hacer reuniones en hogares. Ellos son la gente que tiene la actitud de que todo lo que los demás están haciendo es equivocado.

Estos problemas necesitan ser atendidos. Creo que muchos de ellos pueden solucionar mediante tiempo de entrenamiento a media semana. Al juntar a los líderes de los grupos regularmente, los ancianos pueden constantemente animarlos a liberarse de esos aspectos negativos. Podríamos echar mano de líderes dotados en la iglesia para entrenar y equipar a otros líderes, no solo durante el tiempo de capacitación de media semana sino también discipulándolos a lo largo de la semana. Esto podría asegurar mayor unidad en doctrina y prácticas a través de la red vecinal de iglesias.

¿ADONDE NOS LLEVA TODO ESTO?

¿Adonde se dirige todo esto? ¿Cómo pienso que la iglesia americana debe verse? No puedo realmente responder estas preguntas. Todo lo que puedo decir es que soy responsable ante Dios por como pastoreo la iglesia que El me ha confiado. Ciertamente no quiero decir que este es “el” modelo para todos. Es solo la dirección a donde siento que Dios quiere que me dirija. Al compartirla, mi esperanza es que animara a otros no solo a buscar en las Escrituras pero a implementar con firmeza sus hallazgos.

Conforme oro y pienso sobre la manera en que “hice iglesia” en el pasado, creo que de muchas maneras dificulto la misión de la iglesia y creó confusión sobre lo que la iglesia es realmente. No puedo en buena conciencia llamar al viejo modelo “iglesia”. Jesús creó la iglesia cuando Él nos redimió del pecado y la muerte muriendo por nosotros en la cruz. El está agregando nuevos miembros a la iglesia diariamente mediante la obra poderosa del Espíritu Santo. Como la iglesia, hemos sido llamados a la misión de Jesús. Esta misión es el centro de nuestras vidas y reuniones. El modelo de iglesia no importa en el tanto no nos aleje de nuestra misión.

Creo que Satanás nos ha distraído mediante programas, entretenimiento, y cómodos sustitutos de lo que la iglesia realmente es. Es tiempo de que nos despertemos, quitemos la grasa de la iglesia, y seamos quienes somos: personas redimidas por Jesús, empoderadas por el Espíritu Santo, en una misión para mostrar al mundo la gloria de Dios, y esperando por el día cuando todas las cosas estén rendidas a El (1 Corintios 15:24-28)

Bendiciones

Francis Chan
www.francischan.org
“Este artículo apareció originalmente en Catalyst GroupZine “Beyond the Trend.”
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FRANCIS CHAN es el pastor general de la Iglesia Cornerstone en California y el presidente de Colegio Bíblico “Eternity” en el Valle Simi. Además de ser pastor, Francis habla a miles de jóvenes a través de los Estados Unidos desafiándolos a un compromiso más profundo. Lo puede escuchar en su programa de radio “La verdad será conocida” (Truth Be Known). Este artículo ha sido adaptado y traducido al español por Juan Carlos Flores Zúñiga de Fundación LIDERINNOVA y distribuido gratuitamente a las redes de coaching de LiderInnova con el permiso expreso de Francis Chan y la Revista en Línea “Catalyst Space

Comentarios

Alberto Ayovi dijo…
GRACIAS POR EL MENSAJE ..EXCELENTE BENDICIONES
Rodolfo Saenz Salas dijo…
Excelente articulo, Le felicito Juan Carlos. Un abrazo.
Rodolfo Saenz Salas dijo…
Excelente articulo, Le felicito Juan Carlos. Un abrazo.
Anónimo dijo…

Muy bueno y la informacion me es util. Gracias, declaro bendiciones sobre su ministerio.

Norma Mende

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