Cómo reactivar tu fe

Viviendo y Liderando Saludablemente
Blog sobre realidades y tendencias del liderazgo
Miércoles 6 de julio, 2022
 



El tema de la “fe” está entretejido a través de toda la Escritura. Fue la fe la que llevó a Noé a construir un arca por 120 años. Fue la fe la que causó que Abraham estuviera dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac como un sacrificio. Fue por la fe que un centurión romano creyó que si Jesús decía la palabra, su hijo sería sanado.

De hecho, Hebreos 11:6 establece que es imposible agradar a Dios sin fe. ¿Qué tiene la ”fe” que agrada a Dios? La fe requiere de nosotros que busquemos más allá de nosotros mismos por respuestas. La fe nos conduce a mirar a Dios y depositar nuestra esperanza y confianza en Él. La fe también agrada a Dios porque crea una oportunidad para que Él revele Su poder.

Jesús nos recuerda, “Lo que es imposible con los hombres es posible con Dios”. Nuestra fe, sin importar el tamaño de esta, pone las ruedas del cielo en movimiento.

II de Reyes 4 provee una tangible ilustración de la fe. Este capítulo abre presentándonos a una afligida viuda de un profeta desconocido. El dolor por la muerte de su esposo es superado por las realidades de la vida que debe enfrentar sola. El la deja endeudada y sin medios para proveer a sus dos hijos. 

En los tiempos antiguos los acreedores podían tomar como propiedad a sus hijos en pago por las deudas, igual que hoy ocurre cuando usted deja de honrar los pagos de su automóvil. Ella no solo perdió a su esposo, pero estaba en peligro real de perder a sus hijos y verlos convertidos en esclavos.


En desesperación, ella implora llorando al profeta Eliseo y este le pregunta “¿Qué tienes en tu casa?” Apenada ella revela lo desesperanzado de su situación. Ella le dice “Tu sierva no tiene nada allí, excepto un poco de aceite”.

Eliseo entonces le da una respuesta curiosa. Le dice que vaya donde sus vecinos y reúna tantos recipientes vacíos como sea posible. El incluso agrega “No pidas solo unos cuantos”.

Entonces le instruye que ingrese a su casa, cierre la puerta, y comience a llenar las jarras que ha reunido con el aceite que tiene.

Esta parece una extraña sugerencia, pero su situación era desesperada. ¿Qué tenía que perder?

Lo que esta mujer hace al siguiente momento revela su fe. Toda casa que visito fue un paso de fe. Cada solicitud de un recipiente fue una expresión de fe. Ella sabía que solo tenía un poco de aceite y que se requería un milagro para que todas esas jarras se llenaran con aceite. Su fe puso las ruedas del cielo en movimiento conforme Dios se preparaba para hacer lo imposible. Cada recipiente que ella recogió le dio a Dios la gran oportunidad de revelarse a si mismo y su poder.

Imagine la escena conforme ella cierra la puerta de su hogar. Los recipientes están por todo lado. Jarras de todo tamaño y forma se asientan en su casa. De pie a su lado están sus dos hijos. Ellos van a ser testigos en forma personal de un milagro que ellos contarán centenares de veces durante el curso de su vida. De hecho, este gran testimonio de fe continúa vivo en las páginas de la Escritura.

Esta viuda entonces mira dentro de una jarra de su propiedad. En esa jarra hay un poco de aceite. Su fe flaquea. ¿Fue esta solo una loca idea de Eliseo o fue realmente de Dios? Su corazón comienza a acelerarse mientras coge la jarra y comienza a llenar con ella una jarra vacía. Inclina su mano y el aceite empieza a deslizarse sobre el borde y comienza a llenar la jarra vacía. Ella mira en su jarra y ve que todavía hay aceite. Se mantiene fluyendo hasta que la primera jarra hasta que rebosa.

Ella se detiene, mira a sus hijos, y los tres simultáneamente sonríen mutuamente. Están maravillados de lo que ha tenido lugar. Sin embargo, la viuda no se entretiene por mucho tiempo. Toma otra jarra y la empieza a llenar lentamente. Y entonces llenar una tercera, y una cuarta, y una quinta. Jarra tras jarra es llenada y ella ve alrededor de la habitación la provisión por gracia de Dios.

Entonces ella le pide a su hijo que le traiga la próxima jarra, pero el responde que ya no hay mas recipientes. La Biblia dice que ese es justo el momento en que el aceite deja de fluir. La provisión de Dios responde a su fe con exactitud. Ni una gota más, ni una gota menos.

Déjeme preguntarle algo, ¿Para que esta confiando en Dios? Tristemente, más años la gente sirve en el ministerio, menos se arriesgan en la fe que dicen demostrar. Podemos empezar a descansar en nuestra experiencia, nuestras habilidades, y nuestro planeamiento para triunfar un día a la vez. Sin embargo, sin fe es imposible agradar a Dios.

¿Se atrevería a creer en la palabra del Apóstol Pablo?
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” Efesios 3:20 (RV95)

Idea

Permítanos sugerirle pasar la jarra a todos en su personal o el equipo de gente que usted lidera en el ministerio. Pídale a cada persona que escriba una pocas palabras con metas que honren a Dios sobre las que ellos estén dispuestos a orar y confiar en que Dios las cumplirá. Tome unos minutos para compartir estas metas con la gente que esté dispuesta.

Hasta muy pronto

Juan Carlos Flores Zuñiga

Comentarios

Anónimo dijo…
Buenisimo
Muy cierro esa declaracion:
"En entre mas tiempo pasamos en el ministerio menos nos arriesgamos"
Nuestra vasijas estan llenas, necesidades sarisfechas, pero debe golpearnos
el Gran Mandamiento y la Gran Comision, la cual es una vasija siempre vacía
hasta que Jesus venga.

Vicente Castillo
Anónimo dijo…
Estimado Vicente
Gracias por su comentario. Es nuestra esperanza poder servir a otros con fe. Espero conocerlo pronto en Costa Rica durante la Cumbre de LiderInnova. Oramos tambien por nuestro viaje a Veracruz en Octubre
Con amistad en Cristo
Lance
luis jorge moya carreño dijo…
muy agradecido por la bondad de compartir esta palabra inspiradora, motivadora , el Señor les provea en las áreas que lo precisen
Lazara Herrera dijo…
He visto estás reflexiones y están muy interesantes:yo tengo a mi Madre enferma y aveces no puedo ir a la iglesia, además tengo problema visual: me gustaría recibir si es posibles las reflexiones que ustedes escriben a través de mi correo.
Que Dios les bendiga.
Lillian Gonzalez Gamboa dijo…
Amén. Gracias por el blog. linda mañana bendiciones

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