Fe en los Tiempos del Covid-19

Viviendo y Liderando Saludablemente
Blog sobre realidades y tendencias del liderazgo
Lunes 16 de marzo, 2020  

FE EN LOS TIEMPOS DEL COVID-19


Las crisis sacan lo mejor y lo peor del ser humano. La pandemia del coronavirus Covid-19 ha cobrado la vida de cerca de siete mil personas y decenas de miles están infectadas desde su emergencia en China a fines del año pasado.
Esta tarde, después de laborar, mi esposa Orietta y yo fuimos al supermercado a comprar pan y repostería para el café de la tarde, y nos sorprendió que estuviera a reventar con gente vaciando los anaqueles para adquirir suministros como alcohol gel, artículos de limpieza, toallas y papel higiénico.
Poco después del mediodía del 16 de marzo del presente, el gobierno al fin declaró emergencia nacional la pandemia del covid-19 tras 37 casos confirmados y centenares de casos sospechosos. Al momento de grabar este podcast la cifra es de 50 casos confirmados.  Los centros educativos están cerrados, igual que los centros de recreo, cines y restaurantes. El personal a mi cargo está en teletrabajo desde el viernes, yo en cambio como jefatura debo presentarme diariamente a mi centro de trabajo.

Nunca he sido temeroso de los desastres naturales o humanos, pero se que
hay mucha gente nerviosa y afligida estos días de lo que falta por venir con la pandemia. No obstante, creen en sus dudas y dudan de sus creencias.

Muchos de los que corren no son creyentes, así que no tienen a que
aferrarse más que a sí mismos y sus limitadas soluciones humanas.

Me pregunto si para ellos es tan claro como para mí, que la
incertidumbre que alimenta su temor a la enfermedad y la muerte tiene un propósito. Si tomamos un poco de distancia en la presente crisis sanitaria y nos evaluamos con brutal honestidad descubriremos que la mayoría no hemos hecho ninguna contribución significativa en nuestra breve vida.


AMENAZA U OPORTUNIDAD

Vale la pena preguntarse ahora mismo, ¿sobrevivir este trance nos dará la oportunidad de ser mejores personas, un nuevo comienzo, encontrar nuestro propósito en la vida, servir a otros, o contribuir positivamente a la sociedad, crear un legado? o tal vez ¿Queremos sobrevivir solamente para seguir viviendo como siempre, vidas insignificantes, sin propósito, sin beneficio para nadie?

No se usted, pero yo y mi casa decidimos hace casi treinta años servir a Dios. Estamos lejos de ser perfectos, pero encontramos propósito en la vida y sabemos que Él tiene cuidado de nosotros, sin importa lo que venga. Jesús derramó su sangre en la cruz por nosotros, para que entre otros beneficios, todas nuestras enfermedades y dolencias, físicas, emocionales y espirituales, pasadas, presentes y futuras quedarán clavadas en la cruz.

Podemos seguir y debemos seguir, las instrucciones preventivas de las autoridades para no contagiarse o contagiar a otros, pero eso no nos asegura nada. No hay nada 100% seguro en este mundo imperfecto.

Por ello, no tenemos que correr, ni temer, ni afanarnos, ni caer presos del pánico y la zozobra. Pero, esto no es algo exclusivo de los creyentes. Usted también puede convertir este momento de prueba, de incertidumbre, de pánico, en una oportunidad para tomar la mejor decisión de su vida: creerle a Dios y seguirlo.

Le invito a conocer al único Dios al que realmente le importamos y que siempre nos espera con los brazos abiertos. No lo haga por temor, hágalo reconociendo su humanidad e impotencia ante lo desconocido. Es tiempo para que todos, incluidas nuestras autoridades, doblen rodillas, pidan perdón y clamen a Dios por Su gracia y buen éxito.

Que pueda como Darío el rey persa decir »He decretado que en todo lugar de mi reino la gente adore y honre al Dios de Daniel. »Porque él es el Dios vivo, y permanece para siempre. Su reino jamás será destruido, y su dominio jamás tendrá fin. Él rescata y salva; hace prodigios en el cielo y maravillas en la tierra."-Daniel 6: 26-27

MA. Juan Carlos Flores Zúñiga, CPLC, ACC, ICF.

Comentarios

Carlos Diaz dijo…
Mi estimado Juan Carlos

Bendigo tu vida, tu trabajo, tu esfuerzo dedicación, de manera sincera humilde, clamo al Dios omnipotente, que recargue tus fuerzas, provisione tu casa y familia y envié Angeles de protección a tu alrededor.

A la distancia un abrazo, y sigue adelante, esperemos que esto pase pronto y podamos apoyarnos.

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