La medida del éxito en el Cristianismo

Viviendo y Liderando Saludablemente
Blog sobre realidades y tendencias del liderazgo
Miércoles 16 de Setiembre, 2020

LA MEDIDA DEL ÉXITO EN EL CRISTIANISMO

Tiempo atrás tuve una conversación con varios amigos líderes sobre los errores que se cometen en el liderazgo. Algunos de ellos sugirieron que si pudieran viajar en el tiempo regresarían a enmendarlos o al menos dar un consejo a una versión más joven de sí mismos para ser mejores personas y líderes.

¿Qué diría usted si pudiéramos regresar al pasado a remediar un error o darle un consejo a una versión más joven de nosotros mismos aprovechando toda la experiencia que hemos ganado en la vida con nuestros errores y aciertos?

Esta sería mi respuesta. Le diría a esa versión más joven de mí mismo:
“Cuida tu alma y como defines el éxito, porque todo lo que hagas será influenciado por como tu definición de éxito modela tu alma”.

Hubiera deseado tener mentores sabios que me desafiarán en mi juventud, que me amaran tanto que me dijeran siempre la verdad y lo que no quería oír sobre el éxito en la vida.  Cuando miro hacia atrás me doy cuenta de que las distintas y a menudo, conflictivas definiciones de éxito que aprendí han marcado mi norte a través de mi pensamiento, palabras, actitudes y acciones.

Por eso, lo quiero a desafiar a definir lo que es el éxito para usted.
No faltará quien me diga que hay incontables definiciones de lo que es el éxito, pero en mi experiencia hay de hecho solo dos. Lo que quiero decir es que todas las definiciones existentes caen dentro de dos amplias categorías: hacer o ser. 


SER O HACER

Definimos el éxito por lo que hacemos, es decir el HACER o por aquella persona en nos estamos convirtiendo, es decir el SER.

El éxito definido por el HACER se mide mediante logros, riqueza, poder, influencia, reputación, estatus, etc.  Este es el éxito por acumulación, y el mundo nos dice que esta acumulación determina nuestro valor y nos da felicidad y satisfacción.

Otra manera de expresar esto es definir el éxito en términos de posesiones o propiedades.  El problema con este enfoque es que nunca tendremos suficiente. ¿Cuántos de nosotros podemos dar testimonio de que la búsqueda de bienes y posesiones solo será recompensada con una constante insatisfacción?

Tras veinticuatro años de haber aceptado a Jesús en mi corazón y más de 20 años de ser ministro le puedo asegurar que hay una versión cristiana de esta definición. Esta consiste en medir el éxito por cuanto hacemos para Dios, aunque esto signifique no dejar espacio ni tiempo para que Dios trabaje en nosotros.  Servimos a Dios pero dejamos de tener una relación íntima con Dios.

Esa peligrosa receta ha llevado a la mayoría de los más de veinte mil líderes con lo que hemos trabajado en la Fundación LiderInnova desde su creación quince años atrás, a caer en el agotamiento, la depresión, la infidelidad y la desilusión.

Cualquiera de estas dos versiones tiene un alto costo si elegimos trazar nuestra ruta de viaje permitiendo que nuestra productividad defina nuestro éxito.

LA ALTERNATIVA

Pero, hay una alternativa. Definir el éxito con base en quién soy y en quien me estoy convirtiendo.

Si creemos que hemos sido creados para tener una relación con Dios y disfrutarla eternamente, entonces nuestra pasión estará siendo formada conforme a Su imagen y transformada mediante la renovación de nuestras mentes como escribe el Apóstol Pablo en Romanos 12.

Esto es éxito en términos de convertirnos en fieles mayordomos de todo lo que Dios nos ha confiado y de lo que rendiremos cuentas.  Esto significa que trazamos el curso de nuestra vida, que definimos el éxito en términos de fidelidad a Dios y descubrimos en el proceso que esta es la única jornada que produce gozo, satisfacción y paz.

El giro inesperado es que en la gran economía de Dios, cuando nos enfocamos en ser fieles a Dios, la productividad crece exponencialmente.

El mejor pasaje en la Biblia para ayudarnos a ver la diferencia se encuentra en Juan 15.

Jesús dice que hemos sido llamados a dar fruto, y que la productividad en el reino de Dios solo se logra si permanecemos conectados a la vid verdadera.

¿Leyó atentamente lo que dije?  La clase de productividad que Dios honra fluye del tiempo que invertimos en nuestra relación con El.  El desea trabajar el fruto del Espíritu en y a través de nosotros, si somos Buenos administradores y nos mantenemos conectados a Él.

Conforme Su Espíritu fluye a través de nosotros, como la pasiva rama de la vid, llevamos Su fruto.  Este fruto de fidelidad está fuera del alcance de aquellos que buscan producir el frutos de sus propias manos separados de la vid verdadera. Pero aquellos que buscan el reino de Dios, Él les promete que darán mucho fruto, demostrando que somos sus seguidores.

Entonces, ¿Cómo definirá el éxito a partir de hoy? ¿Que definición de éxito lo impulsará?

Oro para que usted elija vivir una vida de fidelidad con pasión y confíe en que Dios hará lo imposible en usted y a través de usted.

Permanezcamos en Él y dejemos que esta sea nuestra definición de éxito.

Sean bendecidos

Juan C. Flores Zúñiga

Comentarios

Oscar Grisales dijo…
Muy buen articulo. Bendiciones
Johnny Esquivel dijo…
Muy edificante el tema sobre el éxito
Alexander Lopez Galea dijo…

Buen dia...muchas gracias por el mensaje de bendición para mi vida...Dios esta contigo.
Wesley E. Jones dijo…

Muchas gracias por este desafío tan atinado!

¡Bendiciones!

Ing. Wesley E. Jones
Jorge Nelson Ariza dijo…

Que bueno encontrar una definición que se ajusta perfectamente a interpretar lo que esta en mi corazón, ha sido un proceso largo pero que me ha llevado a una profunda satisfacción en mi relación con Dios,gracias por todo lo que aprendí con ustedes y sigo aprendiendo en la medida que seguimos viviendo y practicando entre el SER y el HACER, y por supuesto viviendo mas en el SER.
Este articulo me ayuda a seguir centrando mi vida en mi relaciona personal con Dios y mi fruto para El.
Dios los continué usando y bendiciendo en gran manera.
Unknown dijo…
Muy retante ese tema. Ya que hoy en dia, hay que poner en practica todo esto.
Marlene Chamorro dijo…
Tremendo esto para mi porque define el verdadero éxito y lo estoy viviendo pastor. Gracias por compartir esta palabra que acrecienta mi amor y pasión por El , donde el me da respuesta a decirme vas por un canino . Mientras mas avanzo ,mas humildad debo de ejercer. Gracias de veras pastor un abrazo enorme los amo a usted y la pastora Orietta Oreamuno. Gracias Dios por darme respuesta
Hortensia Huizar de Rincon dijo…
Saludos Hno. muy buenas sus enseñanzas y reflexiones me enseñan y edifican. Gracias por compartirlas....Dios le bendiga ....

Entradas populares