Cómo vencer como líder una espiral descedente
Blog sobre realidades y tendencias del liderazgo
Domingo 6 de julio, 2025
COMO VENCER COMO LÍDER UNA ESPIRAL DESCENDENTE
Un término de aviación llamado espiral de la muerte describe lo que puede
sucederle a un avión durante la noche o en malas condiciones de vuelo cuando el
piloto pierde el sentido de la orientación horizontal. El avión puede comenzar
a girar sin control. A menos que el piloto se retire, puede perder el control y
estrellarse.
En muchas organizaciones particularmente no lucrativas los líderes a menudo
pueden verse atrapados en una espiral descendente similar, mental, física,
emocional o relacionalmente. Cuando eso sucede, ¿qué podemos hacer para salir
de ella?
El profeta Jonás ilustra qué contribuye a una espiral descendente y qué
debemos hacer para salir de ella.
En Jonás 4, Jonás finalmente cedió y obedeció el llamado de Dios para
predicar en la antigua ciudad de Nínive. La ciudad se arrepintió y se volvió a
Dios. Sin embargo, Jonás no estaba contento. Cayó en una espiral descendente.
Su respuesta nos da pistas sobre qué puede causar una espiral descendente en
nosotros mismos.
¿QUÉ PUEDE CAUSAR UNA ESPIRAL DESCENDENTE?
1. Estrés prolongado. Jonás casi se ahoga, estuvo atrapado en el vientre de
un gran pez durante tres días, viajó más de un mes a Nínive y acababa de
terminar una predicación estresante y prolongada. Estaba cansado y al borde del
agotamiento. Lo mismo le puede pasar a un líder después de un ministerio
prolongado e intenso. Tal estrés puede sentar las bases para el inicio de una
espiral descendente.
2. Enfoque en sí mismo. En el idioma original, en Jonás 4, usó
"yo" y "mi" nueve veces. Después de que el pueblo se
arrepintió, algo que Jonás realmente no quería, se encerró en sí mismo y sintió
que justificaba su intensa ira contra Dios. Recluirse en sí mismo facilita una
espiral descendente. Cuando nos encerramos profundamente en nosotros mismos y
reflexionamos sobre lo que no nos gusta que nos está sucediendo, exacerbamos la
espiral.
3. Aislamiento de los demás. Después de la predicación de Jonás, su ira lo
llevó a aislarse de los ninivitas y de Dios. Abandonó la ciudad enojado en
lugar de quedarse allí para ayudar al pueblo a comprender mejor a Dios. A
menudo, cuando estamos en una espiral descendente, nos alejamos de las personas
con las que necesitamos estar.
4. Emociones desproporcionadas. Jonás se enojó con Dios por no destruir a
los ninivitas, pero estaba inmensamente feliz por una planta que le daba
sombra. Las respuestas emocionales desproporcionadas con respecto a lo que las
precipitó a menudo indican que estamos en una espiral descendente, ya sea por
estar demasiado contentos o enojados por algo insignificante.
5. Pensamiento distorsionado. Jonás no pensaba con claridad debido a su
respuesta poco saludable a la obra de Dios en Nínive. Cuando estamos en una
espiral descendente, nuestras emociones negativas se amplifican y la claridad
mental se distorsiona.
6. Justificar el mal comportamiento. Cuando Dios cuestionó a Jonás sobre su
comportamiento, lo justificó con una actitud defensiva. Cuando estamos en una
espiral descendente, es fácil justificar las malas decisiones.
OPCIONES PARA VENCER LA ESPIRAL DESCENDENTE
Entonces, cuando un líder se encuentra en una espiral descendente, ¿qué
puede hacer? Considere estas seis opciones que pueden ayudarnos a salir de
ella.
1. 1. Practique la gratitud. Jonás no mostró gratitud por la liberación de Dios
de la muerte ni por el arrepentimiento que trajo a los ninivitas. La gratitud
podría haberlo beneficiado de muchas maneras, como lo revela la ciencia.
La gratitud
puede…
• ayudarte a
centrarte más en los demás.
• darte más
energía.
• ayudarte a
dormir mejor.
• hacerte
sentir mejor físicamente (aumenta varias sustancias químicas cerebrales que te
hacen sentir bien).
• ayudarte a
ser menos materialista. Jesús dijo: «Hay más dicha en dar que en recibir»
(Hechos 20:35).
• ayudar a
combatir la negatividad y las emociones negativas que la acompañan.
2. Enfócate en los demás. A Jonás le habría convenido alegrarse por lo que
Dios hizo en Nínive en lugar de centrar su atención en su ira y decepción.
3. Hazte preguntas oportunas. Dios le hizo tres preguntas a Jonás, no
porque desconociera las respuestas. Más bien, las hizo para impulsarlo a una
sana introspección. Desafortunadamente, Jonás nunca miró hacia dentro, sino que
simplemente reaccionó y alimentó su espiral descendente.
4. Intégrate en la comunidad. Cuando nos distanciamos de los demás,
contribuimos a una espiral descendente porque podemos perder la perspectiva en
nuestro propio flujo de pensamientos negativos. Sin embargo, cuando estamos con
personas que se preocupan por nosotros, pueden darnos una nueva perspectiva y
ayudarnos cuando realmente lo necesitamos. De hecho, cuando nos relacionamos
con quienes se preocupan por nosotros, nuestro cerebro libera oxitocina que nos
conecta con ellos y nos hace sentir mejor.
5. Haz algo constructivo. Para Jonás, lo mejor habría sido regresar a la
ciudad para ministrar a estas personas recién transformadas. Para salir de una
espiral descendente, estudios cerebrales demuestran que simplemente tomar una
decisión puede calmar nuestros centros emocionales negativos y ayudarnos a
pensar con más claridad.
FUNDACIÓN LIDERINNOVA
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